En un contexto donde las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas, el Consejo Quintanarroense de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Coqhcyt) promueve una alternativa sustentable a través de la arquitectura bioclimática. Este enfoque fue abordado recientemente por la arquitecta Laura Isabel Guarneros Urbina, quien compartió su experiencia en el diseño de espacios que responden de forma natural a las condiciones climáticas.
Guarneros, egresada del Tecnológico de Chetumal, explicó que su interés por esta disciplina surgió al preguntarse por qué las viviendas en la región resultan tan cálidas, incómodas y costosas de enfriar. Esta inquietud la llevó a especializarse en arquitectura bioclimática y enfriamiento pasivo, con el objetivo de construir espacios más habitables sin depender de sistemas eléctricos.
“La arquitectura bioclimática nace del clima del lugar donde se va a construir. No se trata solo de diseño funcional, sino de salud, economía, emociones y convivencia”, señaló la investigadora.
Seguir leyendo:
Arriba a Quintana Roo más de 6 millones de boletas electorales
Si al crecimiento vertical, pero en armonía con la vegetación
En el caso de Chetumal, los retos son complejos: altas temperaturas combinadas con humedad extrema que dificultan el confort en interiores.
Entre las estrategias destacadas por Guarneros se encuentran la correcta orientación de los espacios, la ventilación cruzada, el uso de materiales que reflejan el calor y la generación de sombra natural o artificial.
“A veces colocamos una recámara en la zona donde pega más el sol por la tarde, y eso hace imposible dormir sin aire acondicionado”, comentó.
El enfriamiento pasivo, explicó, consiste en mantener temperaturas agradables sin el uso de energía eléctrica. Esto se logra mediante mecanismos como techos y muros verdes, materiales aislantes y ventilación natural.
“Cada estrategia puede reducir entre uno o dos grados la temperatura. La suma de varias puede evitar el uso constante del aire acondicionado”, detalló.
En su investigación, Guarneros también promueve la instalación de azoteas verdes con vegetación resistente al clima tropical. Estas cubiertas vegetales actúan como barreras térmicas, reduciendo el paso del calor hacia el interior de las viviendas.
Asimismo, destacó la importancia de involucrar a diversas disciplinas en el diseño de edificaciones sustentables.
“Esto no es solo trabajo del arquitecto; también participan ingenieros, biólogos, urbanistas. Se necesita una visión integral”, afirmó.
La propuesta del Coqhcyt y de la maestra Guarneros representa una respuesta concreta al cambio climático, con soluciones accesibles que pueden aplicarse tanto en nuevas construcciones como en viviendas ya existentes. Con estas iniciativas, Quintana Roo da un paso hacia una infraestructura más eficiente, resiliente y pensada para el bienestar de sus habitantes.