Los pequeños hoteles de Playa del Carmen enfrentan una temporada de verano incierta, marcada por tarifas deprimidas y una ocupación hotelera que aún no logra despegar. Así lo informó Ofner Arjona, presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles, quien advirtió que la competencia de la renta vacacional, sumada a factores internacionales, ha debilitado al sector.
“La semana pasada cerramos con una ocupación del 39%”, señaló Arjona, al describir un panorama donde los establecimientos con menos de 50 habitaciones lidian con márgenes cada vez más ajustados. Según explicó, el principal reto es la imposibilidad de elevar tarifas ante la sobreoferta de alojamiento, especialmente de plataformas digitales que operan sin regulaciones equitativas.
A pesar de que se espera un repunte en agosto, las reservaciones de julio continúan “flojas”, y las esperanzas están puestas en las ventas de último minuto del mercado nacional.
“Tenemos la expectativa de que esas reservas de último momento puedan mejorar la ocupación”, expresó.
A nivel global, México mantiene un flujo turístico considerable. Datos recientes de la ONU lo ubican en el sexto lugar en recepción de visitantes internacionales. No obstante, la derrama económica no refleja esa posición. “En cuanto a ingreso por turismo estamos en el lugar 16 o 17”, detalló Arjona, lo que sugiere una necesidad urgente de reorientar la estrategia hacia un turismo de mayor poder adquisitivo.
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En este contexto, el líder hotelero hizo un llamado a sumar esfuerzos entre el sector privado y las autoridades para mejorar la percepción de Playa del Carmen como destino.
“Necesitamos generar estrategias contundentes que mejoren la imagen del destino. Municipios como Playa del Carmen y Tulum han sido de los más afectados”, apuntó.
Entre los aspectos prioritarios que mencionó están el ordenamiento urbano, la limpieza, la seguridad y el control del ruido en las zonas turísticas. También propuso que se retome el diálogo sobre la insonorización de centros nocturnos, un tema discutido desde hace años sin soluciones definitivas.
Arjona también reconoció el impacto de factores externos como los conflictos internacionales.
“Sí tenemos afectaciones internacionales, sin duda alguna. Por ejemplo, los turistas estadounidenses, que suelen gastar más, están saliendo menos por recomendaciones de su propio gobierno”, explicó.
Frente a este panorama, insistió en que las soluciones deben buscarse a nivel local.
“La tarea la tenemos en casa. Si nos encargamos de tener un destino limpio, ordenado y seguro, donde los turistas puedan descansar y gastar su dinero en nuestros negocios, vamos a salir adelante”, concluyó.