El ajolote es un anfibio orgullosamente mexicano, que se ubica principalmente en la Ciudad de México, ya que uno de sus hábitats principales es el Lago de Xochimilco, pero ahora Cancún está haciendo historia, ya que en un año se logró el crecimiento de la población de este animalito, gasta llegar a los 70 ejemplares.
Todo esto se ha logrado gracias a la donación de estos pequeños que se encuentran bajo peligro de extinción, por lo que el trabajo humano que se realizo en la ciudad de Cancún para preservar esta especie fue sobresaliente, llamando la atención a nivel nacional por el gran trabajo realizado.
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Lourdes Pazarán Guerra, directora del acuario interactivo de Cancún, indicó que hace un año obtuvieron cuatro organismos donados para su cuidado y consiguieron una reproducción exitosa con el objetivo de aumentar la cantidad de ejemplares y prevenir la extinción de los ajolotes, tras haber dejado de existir en la vida silvestre.
¿Dónde puedo ver la exhibición de ajolotes en Cancún?
La exhibición de ajolotes que se tiene en el acuario permite que más personas conozcan de un anfibio que es 100% mexicano. Es originario del lago de Xochimilco y para sobrevivir se evolucionaron para quedarse en agua. Sin embargo ahora su hábitat se ve amenazado por depredadores como la tilapia que se come a los ajolotes así como la contaminación.
“El ajolote requiere de unos cuidados especiales. Vimos que se puso de moda luego de que fueran imagen de un billete e incluso muchos los quieren como mascotas, pero incluso desde la temperatura es un factor primordial así como del cuidado. Es una especie muy popular pero poco se sabe de ellos”, comentó la directora del acuario interactivo.
¿Qué es un ajolote y que historia tiene detrás?
De acuerdo con la leyenda, el ajolote o axolote representa al dios azteca del fuego y el rayo, Xólotl, quien se atañó a la forma de salamandra para eludir su sacrificio. Sin embargo, la verdad es que estos anfibios mexicanos no requieren de ninguna fábula para preservar su reputación: son lo bastante asombrosos por sí mismos debido a su habilidad para recuperar miembros perdidos y mantenerse "jovenes" a lo largo de toda su existencia.
En contraste con otras salamandras que experimentan metamorfosis, los ajolotes nunca exceden su etapa larvaria, un suceso conocido como neotenia.