En 2021, David Huerta (1949-2022) ganó el Premio FILEM, que otorga la Feria Internacional del Libro del Estado de México a los escritores cuyo trabajo contribuye a la literatura del país; el reconocimiento, que implica la publicación de un libro, quedó en una pausa, tras el fallecimiento del poeta y ensayista.
En entrevista, Verónica Murguia, escritora y viuda del autor de El jardín de la luz, contó que un año después de la muerte de su esposo, el Fondo Editorial del Estado de México (FOEM), a través de Rodrigo Sánchez Arce, miembro del Comité Técnico Editorial, se puso en contacto con ella para saber si tenía conocimiento del libro de poemas que Huerta había trabajado con ellos; así encontró en un cajón Razones para no fundar una religión, un poema inspirado en las personas y en autores que motivaron su creación.
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“David era un escritor muy prolífico, pero no estaba tan preocupado por publicar, producía mucho y lo guardaba, por lo que el premio dio la oportunidad de desempolvar algunos de los motivos personales de su escritura”, dijo Murguia, quien también resaltó que para el autor un poeta está hecho, en buena medida, por los poetas que lo precedieron.
Huerta, como la autora de El fuego verde, le dedicó poemas a poetas como Cesar Vallejo, José Lezama Lima, Rubén Dario, Pablo Neruda, Raúl Zurita y Ramón Lopez Velarde, con quienes tuvo una relación cercana. “El libro es muy importante para mí porque fue parte de él, pero también porque representa la persistencia de la memoria y de la poesía”, resalto.
Por otra parte, explico, el título del libro se inspira en un párrafo que Luis Vicente de Aguinaga escribió en Facebook, que habla acerca de no esperar demasiado de los poetas, para que los dejen ser como deseen, porque quien necesite a un poeta sin contrastes necesita, en realidad, una religión.