CRISIS DE MIEL

Agricultura daña la producción de miel en Bacalar

Debemos cuidar a las abejas

LOCAL

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Bacalar intenta salvar su producción de miel

Más de 200 mil hectáreas de selva se han perdido en la última década en Bacalar, consecuencia de la agricultura y tala en la zona, lo que acorrala a los productores de miel que dependen de las flores para su producto. Actualmente existen dos mil personas dedicadas a esta actividad, con una producción de más de 600 toneladas anuales.

Esta amenaza impulsó la creación de un proyecto para el mejoramiento de las abejas, con el objetivo de seleccionar las colmenas con mayor adaptación.

“(El plan) consiste en seleccionar cualidades y de ciertas colmenas, para enfocarnos en reproducir estas abejas que presenten resistencia a los factores negativos de la región”, afirmó Javier Jiménez, de la cooperativa apícola Versel.

Bacalar se ve en problemas por culpa de la agricultura

En términos de producción anual, Bacalar reporta entre 600 a 700 toneladas de miel, un esfuerzo que realizan más de dos mil apicultores, y es una actividad principalmente familiar.

La apicultura también representa una labor sustentable que contribuye a mantener la biodiversidad y al equilibrio ecológico.

El precio de producción actualmente oscila entre los 19 y 20 pesos por kilo, que pagan las acopiadoras establecidas en Mérida, Yucatán, enfrentándose a un mercado internacional con precios más bajos, provocado por la introducción de sustitutos de la miel producidos por países asiáticos, que son ofrecidos hasta en ocho pesos el kilogramo.

“En el mercado internacional, hay una fórmula preparada por productores de Asia usando polen, que pasa como sustituto de miel, el problema es que hay una diferencia enorme en el costo. Esto hizo que en los últimos años la compra de la producción de la miel de la península cayera en 50 por ciento”, lamentó el productor José Rejón.

Bacalar enfrenta crisis de miel

A pesar de los retos impuestos por la agricultura intensiva y otros factores adversos, la comunidad apícola de Bacalar se mantiene resiliente, buscando innovar y adaptarse al mercado.

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