Además de las 2 mil hectáreas que dañaron los trabajos mineros de Sac-Tun, filial de la empresa estadounidense Vulcan Materials, la fauna de Quintana Roo resiente los efectos de dicha explotación con la destrucción de corredores biológicos, siendo presas de la caza furtiva y atropellamientos.
Entre las diferentes irregularidades en las que incurrió la firma, está la ausencia de medidas de mitigación para proteger a las especies emblemáticas de la zona, las cuales, ya sea en busca de alimento o por territorialidad, tenían que transitar por esa área en camino a tierras cercanas al mar.
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La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dijo que dichas labores mineras incidieron en 942 especies, de las cuales 413 fueron de flora y 529 de fauna.
Por ello, un equipo de especialistas en medio ambiente, liderado por Mircea Hidalgo y Alberto González Gallina, desarrolló un proyecto de 28 pasos de fauna colocados en los 54 kilómetros de la carretera Playa del Carmen-El Tintal.
Incluso, estos pasajes fueron retomados para el trayecto del Tren Maya. Para Francisco Remolina Suárez, médico veterinario especializado en fauna silvestre en libertad, la solución al problema inicia por identificar los corredores biológicos de la Península.
De ahí ver cuáles se encuentran en mejores condiciones, con vegetación óptima, y funcionen como un hábitat para que la preservación y conservación. “Se necesita un gran esfuerzo de restauración, con esto se lograría iniciar el equilibrio ecológico de la zona”, indicó.
Hoy se tiene programada una audiencia para determinar si un juez federal en Cancún concede la suspensión contra el decreto que establece el Área de Protección de Flora y Fauna Felipe Carrillo Puerto, el cual barca 53 mil hectáreas.
En dicha zona se encuentran los terrenos de la filial de Vulcan Materials, lo cual impide la explotación comercial en sus dos mil hectáreas