El Diario Oficial de la Federación declaró oficialmente al chicle maya de Quintana Roo y Campeche como Indicación Geográfica Protegida (IGP), otorgando reconocimiento y protección al chicle extraído del látex del árbol chicozapote.
El chicle maya es una gomorresina que se obtiene del látex extraído a través de incisiones en los troncos de los árboles de chicozapote (Manilkara zapota), una especie nativa de la región. El proceso de extracción es artesanal y ha sido perfeccionado por generaciones de chicleros.
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De acuerdo con el diputado Hugo Alday, la certificación de la IGP permitirá que el chicle tenga un valor superior al de productos sin esta denominación. De la misma manera en que otros productos, como el chile habanero o el vino con denominación de origen (DO), alcanzan precios más altos en el mercado debido a su calidad única, el chicle maya también se posicionará como un producto de mayor valor.
“Este reconocimiento refuerza el vínculo entre la región, la calidad del producto y su historia, lo que beneficia tanto a los productores como a los consumidores”, comentó el diputado local.
La obtención de esta IGP protege la tradición y cultura asociada con la producción del chicle, que también abre nuevas oportunidades para la agroindustria local. Manuel Andrete, director ejecutivo de Chicza, destacó que con la certificación se podrán lanzar nuevos productos bajo la línea all natural, que aprovechará saborizantes naturales producidos en México, lo que dará proyección internacional.
Andrete subrayó que también tendrán certificaciones veganas y de sostenibilidad ambiental, para atraer a consumidores preocupados por la ética y la sostenibilidad.