El juicio penal contra Donald Trump, el primer expresidente de la historia de Estados Unidos que se sienta en el banquillo, arrancó ayer con la selección del jurado en un tribunal de Nueva York, en plena campaña presidencial.
La suerte del multimillonario republicano de 77 años estará en manos del jurado de 12 miembros y seis suplentes que empezaron a ser seleccionados de entre unos 500 potenciales candidatos. Sus miembros emitirán un veredicto unánime al cabo de un proceso que se calcula puede durar hasta dos meses.
Con traje azul, camisa blanca y corbata roja, y pequeño pin de la bandera estadounidense en la solapa, el 45º Presidente de Estados Unidos se levantó, silencioso, cuando el juez de origen colombiano Juan Merchan declara el debate abierto.
Miró fijamente al pulcramente peinado juez de pelo blanco, al que en los últimos días ha calificado repetidamente de "corrupto" en su red social Truth Social, cuando éste anunció que no se apartaría del caso pese a los reiterados pedidos de la defensa.
"Queremos que se haga justicia, es lo único que queremos", aclaró en tono tranquilo el juez que presidirá este juicio por pagos ocultos (130 mil dólares) a una exestrella del cine pornográfico, Stormy Daniels, durante seis u ocho semanas, en la recta final de las elecciones presidenciales de 2016, que llevaron a Trump a la Casa Blanca.
El asunto es que de los primeros 96 candidatos que entraron en la sala del Tribunal, más de medio centenar dijeron que no serían imparciales y fueron excusados antes del fin de la primera jornada.
Pero la primera ronda concluyó sin que se eligiera a ningún miembro del jurado. El proceso de selección está programado para reanudarse hoy.
Se le oyó murmurar la palabra "es verdad" cuando el tribunal escuchó una cinta en la que presumía de su respeto por las mujeres. Pero Trump no reaccionó cuando un fiscal se refirió a un video en el que se le oía jactarse de "agarrar" a las mujeres "por el coño".
Trump no está acusado en sí por el pago a Daniels, sino por disfrazarlo como "gastos legales".
El próximo 24 de abril se dirimirá una denuncia de la fiscalía de que el republicano ha violado la orden del juez que le prohibió referirse al caso.