A propósito del día de las madres en Ucrania, 12 de mayo, miles de mujeres en ese país desafían la incertidumbre que trae consigo la invasión rusa y a la vez ser progenitoras, en medio de trastornos causados por la guerra.
Oksana Kharuk, madre de tres niños, –de 3 años y medio, dos años y de tres meses–; dijo a El Heraldo de México desde Chervonograd, en Lviv, que con la guerra "todo ha cambiado". "Las primeras palabras de uno de mis hijos fueron: papá y luego alarma, esa palabra es algo presente en nuestras vidas".
La joven mamá dijo que hoy entre alarmas hay que hacer casi todas las cosas, "sin tener luz y agua, hago el trabajo de casa y voy de compras". Oksana relató que probablemente el invierno pasado fue el más difícil, porque sólo tenían luz y agua durante cuatro horas al día.
Detalló que tienen que tener dinero en efectivo para sus compras, porque las tarjetas bancarias no funcionan en caso de corte de electricidad.
Respecto al robo de niños ucranianos por parte de Rusia, Oksana dijo que "gracias a Dios no me ha tocado, pero por supuesto que la seguridad de los niños es una prioridad. Nunca pierdo de vista a mis niños, siempre los tengo presentes".
Recordó que "antes de la guerra, el Día de las Madres se celebraba con flores, regalos, poemas, con conciertos y fiestas. Y ahora, creo, que esta fiesta es aún más valorada porque, como los papás no están, la madre hace todas las funciones del padre y de la madre".
Para Lesya Kostenko, jefa del departamento científico-metodológico de la Biblioteca Regional Juvenil de Poltava, madre de cuatro hijos, señaló a este diario que "para mí esta guerra no empezó hace dos años, sino en 2014, mi esposo se voluntarió como militar y un año después también lo hizo mi hijo mayor”.
Resaltó que su segundo hijo se enlistó para esta nueva invasión, "le tocó defender Mariú pol donde la situación era muy complicada". Uno de sus otros dos hijos menores cumplió 13 años el día de la invasión. +
También tiene una nieta de cinco años y dijo que ella entendía de qué se trataba la guerra. Se asomaba a la ventana y decía: "basta Rusia ya has hecho la guerra vuelve para tu casa. Yo quiero estar con mi papá".
"Nuestros hijos tuvieron que madurar rápidamente; comprendieron que estábamos siendo atacados, quién era nuestro enemigo y que necesitábamos defendernos", dijo.
Kostenko aclaró que en las escuelas no hay suficientes refugios antiaéreos para los estudiantes, por lo que parte de la semana estudian en línea.
Sus dos hijos menores están estudiando a distancia por eso ella dice que "debo asegurarme de que se conecten a tiempo para las clases en línea".
Sólo la mitad de los 3.9 millones de niños en Ucrania, próximos al frente, han asistido a la escuela de manera presencial.
Señaló que ellos celebran el Día de la Madre en la iglesia, "ahí los niños preparan un concierto; no sólo celebramos a las madres sino a todas las mujeres, como futuras mamás, con lo cual es un poco el día la mujer”.
La entrevistada mencionó la asistencia que reciben las madres cuyos hijos están en la zona de combate: "cuando mi hijo se encontraba en cautiverio, sí que sentí la ayuda por parte del Estado, por que se ponían en contacto conmigo para informarme".