El sargazo no da tregua, pero en Quintana Roo tampoco se cruzan de brazos. La reciente visita de Alicia Bárcena, titular federal de Medio Ambiente, junto a la gobernadora Mara Lezama, fue toda una declaración de que aquí se actúa y se innova.
A bordo del buque Natans, de la Marina, ambas funcionarias mandaron un mensaje claro: el sargazo se enfrenta en el mar antes de que llegue a arruinar las playas y, con ellas, la economía de miles de familias que viven del turismo. Y es que mientras muchos critican desde el escritorio, aquí hay resultados que se cuentan en toneladas y en turistas contentos.
El Natans, con capacidad para 250 toneladas y autonomía de cinco días, ya retiró 520 toneladas esta temporada, incluyendo 110 frente a Playa del Carmen y 380 entre Playa y Puerto Morelos. Además, se apoya en once buques más y brigadas que trabajan de sol a sol para mantener limpias las costas.
La estrategia integral va desde el monitoreo satelital hasta la limpieza diaria en playa y, pronto, el Parque de Economía Circular del Sargazo, un proyecto ambicioso que convertirá el alga en fertilizantes, biocombustibles y hasta materiales de construcción.
Durante su recorrido, Alicia Bárcena también anunció la Mesa Nacional de Turismo Sustentable, donde Quintana Roo tendrá un papel protagónico, y se propuso convertir a Holbox en la primera isla sin plásticos. Más allá de discursos, se ven decisiones que conectan con la realidad: proteger el turismo es proteger el bolsillo y la dignidad de la gente.
Este trabajo conjunto entre la Federación y el gobierno de Mara Lezama fortalece al motor turístico del país y manda al mundo el mensaje de que el Caribe mexicano está listo y de pie para recibir a los turistas.
ZARPAZO
Para este verano, Quintana Roo y sus destinos esperan recibir más de cuatro millones de turistas, con ocupaciones hoteleras que rondarán el 80%, a pesar de una leve reducción en vuelos respecto a 2024. Cancún y Puerto Morelos lucen listos y con playas limpias para recibir visitantes que buscan esta temporada sol, mar y tranquilidad.
Quintana Roo sigue siendo la joya turística de América Latina y uno de los destinos más deseados del planeta. Su conectividad aérea, su infraestructura y calidez humana aseguran una derrama económica superior a los siete mil millones de dólares, impulsando empleos y reforzando el orgullo de un estado que, aunque a veces invadido por el sargazo, siempre termina rugiendo más fuerte.