Personal de la Secretaría de Medio Ambiente Sustentable y Cambio Climático de Playa del Carmen realizó una inspección en el predio donde se lleva a cabo la demolición del antiguo club de playa Kool Beach, ubicado en la calle 28, tras una denuncia ciudadana por malos olores y presencia de aguas negras en la zona.
Orlando García González, director de Normatividad y Evaluación de Impacto Ambiental, informó que durante la visita se levantó un acta de inspección debido a la detección de residuos líquidos y olores desagradables, atribuidos a una falla en el sistema de drenaje privado del predio. Explicó que la red pública de Aguakan no presenta fugas y que el problema se originó en una conexión interna no vinculada correctamente a la red principal.
La autoridad ambiental notificó a la empresa responsable, otorgándole un plazo de cinco días hábiles para corregir la situación o enfrentar sanciones administrativas. Los encargados de la obra señalaron que están a la espera de maquinaria especializada para realizar las reparaciones necesarias y contener el derrame.
Vecinos de la zona aseguraron que llevan al menos dos semanas soportando el mal olor, lo que ha generado inconformidad en un área de alta afluencia turística. García González precisó que la contingencia deriva de maniobras propias de la demolición, por lo que el sitio permanecerá bajo supervisión hasta que se compruebe la corrección de la falla.
El predio del antiguo Kool Beach ha sido objeto de interés no sólo por la demolición en curso, sino también por su ubicación estratégica en zona costera, a un costado del club de playa Mamitas, lo que lo coloca en el radar de inversionistas. Años atrás, el sitio fue centro de polémica cuando los propietarios buscaron construir un muelle y un hotel en la zona, proyecto que fue frenado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al considerar que la obra afectaría ecosistemas marinos sensibles.
El antecedente de intentos de desarrollo turístico a gran escala en este predio mantiene la atención de autoridades y de la ciudadanía sobre cualquier obra que allí se realice. El fallo en el drenaje durante la demolición refuerza la exigencia de vecinos y ambientalistas de que cualquier intervención cumpla con medidas estrictas de mitigación para evitar daños a la franja costera y al sistema de drenaje de la zona turística.
La Secretaría de Medio Ambiente de Playa del Carmen reiteró que dará seguimiento puntual a la corrección del problema y que de no cumplirse el plazo establecido se aplicarán las sanciones correspondientes, buscando garantizar que las labores en el sitio no continúen afectando la calidad de vida de los residentes ni el entorno costero.