El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo atraviesa una de sus peores crisis financieras, lo que obligó a su dirigencia a iniciar la liquidación de personal. Cora Amalia Castilla Madrid, presidenta estatal del partido, confirmó el despido de nueve trabajadores, al no contar con recursos suficientes para cubrir sus salarios.
“Me tocó lo más difícil. La situación económica del PRI es muy complicada y no quedó más remedio que despedir a nueve trabajadores, ya que no alcanza ni para pagarles sus quincenas”, declaró Castilla Madrid. La dirigente lamentó la decisión, pues muchos de los empleados despedidos tenían varios años en la institución.
De acuerdo con Castilla, las liquidaciones se realizarán conforme a la ley, aunque circulan versiones de que a empleados con hasta 20 años de antigüedad se les ofrecerá poco más de 25 mil pesos, cifra considerada insuficiente por los afectados.
La líder priista señaló que la crisis se agravó por multas impuestas por el Instituto Electoral de Quintana Roo (IEQROO) y demandas laborales no atendidas en administraciones anteriores, además de la reducción de prerrogativas tras los pobres resultados electorales.
“Prácticamente en el partido lo que ganan los trabajadores es lo mínimo. No hay sueldos altos, pero las multas nos descuentan de las prerrogativas y eso impide que haya recursos para la operación”, explicó.
Cuestionada sobre una posible quiebra del PRI, Castilla evitó confirmarlo, pero admitió que el partido necesita una reestructuración profunda.
“Estamos trabajando en restablecer las cuotas y reorganizar los comités municipales, aunque algunos ya no estaban funcionando. Tenemos entusiasmo, pero debemos actuar con responsabilidad”, agregó.
Actualmente, el PRI enfrenta el reto de mantenerse operativo en medio de una situación económica que, según su dirigencia, se originó por la pérdida de prerrogativas y la carga de sanciones acumuladas por pasadas dirigencias.