El fin de semana, Grupo Xcaret inauguró su nuevo hotel boutique, un proyecto monumental con inversión de mil 070 millones de dólares, que fortalece la oferta turística de Quintana Roo y confirma al estado como el paraíso favorito de millones en el mundo. Pero no se trata de sólo un hotel, sino del símbolo de una nueva era: el perdón político y el renacer de la relación entre la 4T y el gigante turístico.
Durante años, Xcaret cargó con el estigma de “enemigo ambiental” bajo el gobierno de López Obrador, quien en 2022 le canceló -con Profepa como brazo ejecutor- su ambicioso parque Xibalbá en Yucatán, mientras AMLO los acusaba de “pseudoambientalistas” y de boicotear el Tren Maya. El grupo, encabezado por Miguel Quintana Pali, pagó caro su independencia y su voz crítica.
Pero los tiempos cambian. El pasado sábado, la presidenta Claudia Sheinbaum mandó a la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez, a encabezar la inauguración en su nombre. La gobernadora Mara Lezama, siempre presente y moviendo los hilos para defender inversiones estratégicas, reforzó el mensaje: Quintana Roo es tierra de confianza, de puertas abiertas y de futuro asegurado para los capitales que respeten la naturaleza.
Este “abrazo” político no es casual: mientras el ex presidente tensaba la relación y pegaba a inversores, la 4T versión Sheinbaum reconoce ahora que sin empresas como Xcaret no hay consolidación turística ni desarrollo regional. El grupo no sólo es hoteles, son parques icónicos: Xcaret, Xel-Há, Xplor, Xenses, Xoximilco, Xenotes, entre otros, que atraen cada año a millones de visitantes ávidos de naturaleza, cultura y experiencias únicas.
La nueva apuesta de Xcaret combina lujo, sostenibilidad y raíces mayas. Con diez casas temáticas, decenas de restaurantes y amenidades de primer mundo. Este complejo confirma que Quintana Roo sigue brillando como la joya turística del país.
Al final, el tiempo y la visión vencieron los viejos rencores. Xcaret vuelve al centro del escenario, ahora arropado y celebrado por el gobierno federal y el estatal. Un mensaje claro al mundo de que aquí, la inversión es bienvenida… y la reconciliación también.
ZARPAZO
Mientras Quintana Roo reafirma su liderazgo, Yucatán atrae miradas inesperadas. Rusia, el gigante euroasiático, ha puesto sus ojos en el estado vecino para invertir en transporte y logística portuaria.
Este interés ruso podría traducirse en nuevos corredores de comercio y turismo, fortaleciendo la Península como hub estratégico. La región sigue ampliando horizontes y, en medio de tensiones globales, demuestra que su magnetismo tiene alcances mucho más allá del Caribe.