El uso indebido de elementos de la cultura maya por parte de marcas y figuras públicas ha generado preocupación entre autoridades estatales y comunidades indígenas, quienes consideran que esta práctica vulnera los derechos culturales de los pueblos originarios.
De acuerdo con Enrique Chuc Cen, director general del Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado de Quintana Roo (INMAYA), se han detectado diversos casos en los que empresas e influencers utilizan símbolos, vestimenta y expresiones tradicionales sin el consentimiento ni participación de las comunidades.
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Uno de los ejemplos más recientes ocurrió con el influencer estadounidense Jimmy Donaldson, conocido como Mr. Beast, quien visitó zonas arqueológicas como Calakmul y Chichén Itzá para grabar contenidos que luego utilizó para promoción de su marca de chocolates.
“Presumió y banalizó lo que es la cultura maya”, señaló Chuc Cen, quien subrayó que estas acciones carecen de contexto y respeto hacia el legado ancestral.
Además, mencionó que la apropiación de bordados mayas por parte de plataformas de moda rápida como Shein o diseñadores internacionales representa una forma de “coyotaje cultural”, donde se lucra con conocimientos tradicionales sin reconocimiento ni retribución a los pueblos que los originaron. Esta situación, agregó, infringe la Ley Federal de Protección al Patrimonio Cultural de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas.
Ante este panorama, INMAYA impulsa un enfoque interinstitucional para dar seguimiento a estos casos y establecer medidas que protejan de manera efectiva el patrimonio cultural.
“Es necesario que el poder legislativo, la Secretaría de Economía, la Secretaría de Desarrollo Económico y otras dependencias participen de forma coordinada para darle forma a una regulación que evite estos abusos”, indicó.
Chuc Cen destacó que se trabaja de forma directa con las comunidades para canalizar quejas y necesidades relacionadas con este y otros temas prioritarios como salud, infraestructura y caminos.
“Nuestro papel es acompañar, orientar y canalizar, porque si bien no resolvemos de manera directa, sí buscamos que cada denuncia tenga una ruta institucional”, explicó.
Finalmente, reiteró la importancia de formalizar los oficios tradicionales como el bordado, la medicina tradicional o la elaboración de artesanías, para que los pueblos indígenas puedan beneficiarse plenamente del valor de su herencia cultural y evitar que terceros se apropien de ella con fines lucrativos.