En días recientes, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, con 415 votos favorables, la modificación de la Ley General de Vida Silvestre con el fin de prohibir los espectáculos con delfines y la presencia de los denominados "delfinarios", y se transmitió al Ejecutivo para su proclamación.
La modificación de la ley prohíbe la tenencia y uso de mamíferos marinos, y solo se autorizará para su reproducción con propósitos de conservación, siempre que sean rescatados y depositados por las autoridades pertinentes, y no con el objetivo de obtener beneficios económicos.
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Es por ello que ahora la gobernadora Mara Lezama firma una ley para poder prohibir los espectáculos con los animales marinos, actividad que es muy común y conocida en Quintana Roo, situación que ha hecho que muchas personas se encuentren a la expectativa.
Mara Lezama firma ley para poner fin a los delfinarios
La gobernadora Mara Lezama informó que esta será la última generación de delfines que ofrezcan el servicio en cautiverio, todo esto luego de que se reformara la Ley General de Vida Silvestre.
“Como saben se aprobó la prohibición de reproducción de delfines, México se sumó a esta iniciativa de Costa Rica y de Chile y será la última generación”, declaró la mandataria tras respaldar esta ley que estará ofreciendo a los animales marinos una vida en libertad y ya no en cautiverio.
La reforma repercute especialmente en Quintana Roo, que cuenta con 17 de los 34 delfinarios existentes en la nación; no obstante, antes de la implementación de esta nueva normativa, el gobierno estatal ya había iniciado el diseño de las rutas técnicas y legales que faciliten una transición menos complicada hacia la clausura de estos lugares.
Encargados de delfinarios dan postura
La Asociación Mexicana de Hábitat para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos A.C. (AMHIPMMAC) adoptó una posición, indicando que continuarán acatando la ley y proporcionando un trato digno a los animales bajo su cuidado en sus diferentes establecimientos. Sin embargo, también solicita a las autoridades establecer protocolos claros sobre la gestión, control reproductivo y condiciones de bienestar basándose en la ciencia y la participación experta.
Es que la legislación no impide el funcionamiento de los centros de cuidado humano ya establecidos con mamíferos, siempre y cuando estén correctamente registrados, persistan en su posición, a la vez que requieren planes específicos.