A casi tres meses de que entró en vigor la prohibición de la venta de alimentos chatarra en las escuelas de México, este programa denominado "Vida saludable en las escuelas", se ha topado con dificultades para su efectiva aplicación en Quintana Roo.
Diversas organizaciones de padres de familia de escuelas públicas del estado refieren que los paros magisteriales de marzo y abril pasados, afectaron la aplicación de este programa en los planteles de la entidad.
De la misma manera, señalan que afuera de las escuelas, los vendedores ambulantes han enriquecido su oferta de productos con alimentos procesados que forman parte de la lista de "no saludables" o "chatarra", como son frituras y golosinas de diversos tipos, que son los que más buscan los niños.
Incluso, hay los que aseguran que se ha generado un "tráfico" de este tipo de alimentos, que se ofrecen a los estudiantes a la hora de los recesos o recreos, desde afuera de las escuelas.
Como se sabe, esta medida la estableció la SEP con el fin de hacer frente a la creciente cantidad de niños y adolescentes con problemas de obesidad y con diagnósticos de diabetes; un enorme problema de salud pública.
El programa obliga a las tienditas o cooperativas escolares a ofrecer solo alimentos saludables, es decir, a aplicarse para preparar productos con un buen valor nutricional, como pueden ser tortas, ensaladas de frutas o verduras, sándwiches y quesadillas o empanadas, así como aguas frescas de frutas de temporada.
Independiente de que las tienditas escolares pueden cumplir la disposición y dejar de vender frituras, golosinas y refrescos embotellados, el verdadero reto es lograr romper la inercia que se ha generado, tanto por el dominio de la publicidad de este tipo de productos en televisión, y ahora en redes, como por la gran cantidad de alimentos procesados que se venden en las tiendas, sobre todo las de conveniencia.
El consumo de estos productos se ha vuelto una costumbre, al grado de que se han colado como elementos en la preparación de antojitos mexicanos tradicionales, como es el caso de los esquites, que ya en muchos lugares se venden acompañados de sopas instantáneas y diversas frituras, y se ofrecen como "platillos gourmet".
En el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto se le puso un impuesto especial a las bebidas azucaradas y sirvió de poco, pues se siguieron consumiendo casi sin cambio.
Ahora se establece este programa escolar, del que se espera no siga los pasos de la acción del sexenio peñista. Sin embargo, parece que la tarea para hacer frente a estos problemas requiere de medidas de mayor calado, como buscar que la industria de alimentos procesado de nuestro país disminuya o deje de producir alimentos que pueden causar con facilidad daños a la salud. Tarea difícil.
Alimentos chatarra: gozan de cabal salud
El consumo de estos productos se ha vuelto una costumbre, al grado de que se han colado como elementos en la preparación de antojitos mexicanos tradicionales
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