La difícil situación económica que enfrenta Chetumal ha provocado la desaparición de la mitad de los pequeños y micro comerciantes en los últimos cuatro años, al pasar de más de 500 agremiados en 2020 a apenas 250 en la actualidad, según datos de la Unión de Comerciantes y Prestadores de Servicios.
César Antonio, secretario general de dicha organización, explicó que las ventas han caído entre un 25 y 30 por ciento, lo que ha obligado a muchos comerciantes a cerrar sus negocios o migrar al comercio informal como única vía de subsistencia.
“Muchos compañeros se han dado de baja. Algunos se fueron a otros lados, otros trabajan como ambulantes. Es lo único que queda porque no hay fuentes de empleo reales que permitan sostenerse”, explicó el dirigente.
La situación, según detalló, se agravó tras la pandemia, que dejó a decenas de comercios al borde del colapso. Además, el aumento constante de los costos operativos ha hecho insostenible mantener un negocio.
“La renta, la energía eléctrica, el alza de las mercancías, todo suma. Si no vendes lo suficiente, terminas endeudado y no hay forma de seguir”, agregó.
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Antonio también señaló que el encarecimiento de la canasta básica es un factor que golpea tanto a comerciantes como a consumidores. Al no existir producción local suficiente, la mayoría de los productos llegan desde otros estados como Tabasco, Yucatán o la Ciudad de México, lo que encarece su precio final.
“Aquí todo lo tenemos que traer de fuera. Si el transporte sube, la mercancía también”, puntualizó.
Ante este panorama, la única esperanza para muchos comerciantes es la temporada vacacional de verano, donde se espera un leve repunte en las ventas.
“Aguantamos con la esperanza de que llegue algo de turismo, algo que nos ayude a mantenernos de pie”, dijo.
El dirigente reiteró que, aunque la situación es complicada, la organización se mantiene activa y dispuesta a seguir luchando por sus agremiados. “Lo más importante es que seguimos vigentes. Seguimos de pie con quienes todavía resisten”, concluyó.