La futura desaparición delfinarios en México, y por ende en Quintana Roo, tras la aprobación de una iniciativa de reforma al Artículo 60 Bis de la Ley General de Vida Silvestre, aprobada por el Senado en primer término, que prohíbe el cautiverio de mamíferos marinos como los delfines, significaría la pérdida de mil 800 empleos directos en los 15 delfinarios en el Estado, mientras que obligaría al gobierno estatal, crear santuarios o zonas de estadía para los animales en edad avanzada.
El tema ha escalado a la prohibición de tener en cautiverio a mamíferos marinos como delfines, lobos marino, ballenas orcas y otros de esta naturaleza, sin embargo la misma ley permite que se mantengan en el estatus de cautiverio a los que ya se encuentra así, esto por ser inviable la liberación de cualquier mamífero marino en un hábitat natural tras haber vivido en encierro y socialización.
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Al aprobarse la reforma en la Cámara de Diputados, se estaría dando pie al cierre futuro de los delfinarios, donde más se ofrecen este tipo de espectáculos al turismo, y causando con esto el cierre con un impacto económico millonario y el cese de empleos, salvo la diversificación de este sector.
La Asociación Mexicana de Hábitat para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos A.C. (AMHIPMMAC) fijó una postura, esto al señalar seguirán cumpliendo con la ley y dar trato digno a los animales a su cuidado en sus distintos centros, pero también pide a las autoridades definan protocolos claros sobre el manejo, control reproductivo y condiciones de bienestar con base en la ciencia participación experta.
Y es que la ley no prohíbe la operación de los centros con mamíferos bajo cuidado humano ya existentes, siempre y cuando estén debidamente registrados, continúan en su postura, a la par de solicitar planes específicos.
En cuanto a la Secretaría de Medio Ambiente de Quintana Roo, su titular Óscar Rébora Aguilera, señaló no es viable liberar a los animales marinos en cautiverio, resultaría peligroso incluso el retornarlos a la vida silvestre, sin embargo ante la posibilidad de ser parte de un proceso al que posteriormente se conviertan en objeto de estudio científico, se tendría que migrar a la creación de santuarios.
De esta manera quedaría en manos del Estado, el crear o fomentar estos espacios donde finalmente los mamíferos marinos puedan vivir su edad adulta, para lo cual se requerirá en un futuro, de recursos para la construcción y manejo de estos centros, mientras tanto se tendrá en aprovechamiento una generación completa de animales mamíferos marinos.
En Quintana Roo, se tiene un total de 15 sitios registrados con mamíferos marinos, de los que dos se encuentran en Cozumel, y en cuyo caso cuentan con leones marinos y manatíes, mismos cuyo estatus quedaría en manos de las autoridades una vez se cumpla el plazo para poder tenerlos en cautiverio, permisos e infraestructura.
El análisis de la iniciativa de reforma ahora está en la Cámara de Diputados, en quienes está el futuro de los delfinarios y el empleo de miles de trabajadores, dentro de una industria de turismo que se ha mantenido constante a la presentación de espectáculos donde la participación de delfines, lobos marinos e incluso manatíes en riesgo.