El próximo 5 de julio, el Gimnasio Kuchil Baxal de Cancún se convertirá en el epicentro regional de la tecnología y el ingenio juvenil, al albergar la fase regional de la Olimpiada Mundial de Robótica (World Robot Olympiad, WRO).
Esta competencia internacional reúne a niñas, niños y jóvenes de entre 8 y 19 años que, mediante la robótica educativa, enfrentan retos inspirados en problemáticas reales, aplicando el enfoque STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas).
La organización del evento corre a cargo del Consejo Quintanarroense de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Coqhcyt), en alianza con WRO México, y con el respaldo del CONALEP Quintana Roo y el Instituto del Deporte. La intención es fomentar el pensamiento lógico, la creatividad y la solución de problemas en un ambiente educativo y emocionante.
La edición de este año se realizará bajo el lema “El futuro de los robots” y contará con la participación de equipos provenientes no solo de Quintana Roo, sino también de Yucatán, Campeche e incluso Tabasco, con el objetivo de ampliar la presencia del sureste mexicano en estas competencias.
El evento contempla cuatro categorías principales. Una de ellas es Robo Misión, donde los equipos diseñan y programan robots autónomos para superar desafíos sobre una pista. Otra categoría destacada es Future Innovators, en la que los participantes presentan proyectos creativos enfocados en la solución de problemas sociales o ambientales, utilizando tecnologías inteligentes.
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Cristopher Malpica Morales, director del Coqhcyt, subrayó la importancia de esta competencia no solo como una experiencia académica, sino como una plataforma para formar conciencia social desde la infancia.
“Nuestro objetivo no es solo enseñar a construir robots, sino hacer que los niños y jóvenes se pregunten para qué los están construyendo y cómo pueden ayudar con ellos a mejorar su comunidad”, expresó.
Malpica recordó que en la edición pasada, celebrada en Chetumal, varios equipos propusieron soluciones innovadoras. Destacó el caso de un niño de 8 años del planetario de Cozumel, quien diseñó un robot para separar residuos sólidos como respuesta al problema de la basura en la isla.
“Este tipo de propuestas nos muestran que desde edades muy tempranas los menores ya tienen ideas claras sobre cómo contribuir al bienestar de su entorno”, afirmó.
La decisión de llevar la sede a Cancún responde a una solicitud hecha por varios clubes de robótica que, en la edición anterior, no pudieron trasladarse hasta Chetumal por cuestiones logísticas. Con esta reubicación, se espera una mayor participación regional, así como la consolidación de más clubes tecnológicos en Quintana Roo.
La WRO representa una puerta abierta para que niñas, niños y jóvenes se entusiasmen por la ciencia y la tecnología con un enfoque humano. En palabras de sus organizadores, la visión de esta olimpiada no es solo mirar al futuro, sino construirlo desde ahora, con ideas frescas y manos creativas.