Alrededor de 600 docentes en Quintana Roo que iniciaron trámites para cambio de adscripción o promoción horizontal deberán esperar, luego de que se pausara la convocatoria cerrada el pasado 6 de junio por la inminente desaparición de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM). Así lo informó Arimael Salas Alcocer, secretario general de la Sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien pidió paciencia ante los próximos cambios a nivel federal.
“Ahorita está pausado el tema de USICAMM, de los cambios de adscripción. Estamos esperando el decreto que va a sacar la presidenta de la República, y como no ha salido, entonces se van a reanudar los cambios aquí en el estado, porque lo tenemos pausado”, explicó el dirigente sindical en entrevista.
De acuerdo con Salas Alcocer, el proceso quedará en espera hasta que se publique el decreto presidencial que permitirá reactivar los trámites pendientes. El gobierno de Claudia Sheinbaum proyecta enviar una reforma a la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, lo que implicará la desaparición definitiva de la USICAMM como parte de los compromisos asumidos al inicio de su administración.
“Cerca de 600 maestros están a la espera, y esperemos que ya sea en esta semana o cuando mucho la otra, que ya salga el decreto para darle continuidad a los cambios de adscripción”, sostuvo Salas Alcocer.
La USICAMM fue creada durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, en sustitución del Servicio Profesional Docente, con la finalidad de establecer un nuevo esquema de ingreso, promoción y reconocimiento para trabajadores de la educación en niveles básico y medio superior del sistema público federalizado. Su función principal ha sido emitir convocatorias y lineamientos para concursos de plazas mediante evaluaciones y procesos administrativos.
Sin embargo, su operación ha sido duramente cuestionada por el magisterio disidente, que considera que la USICAMM mantuvo prácticas heredadas de la reforma educativa de 2013, al priorizar concursos de oposición sobre criterios como la antigüedad y los años de servicio. Según sus críticos, esto ha afectado la estabilidad laboral y generado incertidumbre entre el personal docente.