Por la defensa de sus derechos laborales y sociales, el Comité Central de Lucha (CCL) en Quintana Roo confirmó su incorporación al paro nacional de labores convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a partir del próximo 15 de mayo.
La principal exigencia del movimiento sigue siendo la derogación de la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), aprobada en el año 2007, la cual —aseguran— eliminó el sistema solidario de pensiones y lo sustituyó por un sistema de cuentas individuales que impide una jubilación digna para los trabajadores del sector educativo.
Xavier Eslava Méndez, vocero del Comité, explicó que este paro tiene como objetivo exigir justicia social y laboral.
“Se trata de un movimiento por la defensa de los derechos laborales, sociales y humanos. Al prevalecer el bienestar docente, la educación pública será de verdadera calidad”, afirmó.
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Durante los últimos meses, los docentes han intensificado sus acciones de protesta. El pasado 26 de febrero instalaron plantones frente al Palacio de Gobierno y ayuntamientos, y el 4 de abril impidieron el acceso a las oficinas de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ). Aunque el 12 de abril sostuvieron una reunión con las titulares de la Secretaría de Gobierno, Cristina Torres Gómez, y de Educación, Elda María Xix Euán, no se alcanzaron acuerdos y las movilizaciones continuaron.
La protesta se pausó temporalmente durante la temporada vacacional de Semana Santa, y fue hasta el 27 de abril que los docentes retornaron a clases. No obstante, a nueve días de su reincorporación, la base magisterial decidió sumarse nuevamente a la jornada de lucha nacional, esta vez de manera indefinida.
A nivel estatal, la inconformidad ha sido visible. Según datos del propio comité, han participado 22 mil 787 maestros, de los cuales 14 mil 444 son de nivel básico y 6 mil 343 de media superior. Como resultado de las suspensiones, más de 418 mil estudiantes se han visto afectados, lo que ha provocado un rezago académico que, a la fecha, no ha podido ser subsanado.
Además de la derogación de la Ley del ISSSTE, el magisterio exige salarios dignos, basificación, reconocimiento a su labor, inversión en infraestructura educativa y condiciones óptimas para los estudiantes, ya que muchas escuelas en el estado aún operan bajo condiciones precarias, lo cual —según el CCL— repercute negativamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
“El sueldo de los docentes continúa estancado mientras el costo de vida sigue en aumento. Ya no existen estímulos que reconozcan nuestro esfuerzo”, denunció Eslava Méndez.
Actualmente se llevan a cabo asambleas municipales en distintos puntos del estado para definir las estrategias a implementar durante el paro. El Comité ha solicitado a los padres de familia y a la sociedad en general su comprensión y empatía, asegurando que las acciones emprendidas tienen como finalidad mejorar las condiciones del sistema educativo en su conjunto.
El Ciclo Escolar 2024-2025 concluye el 16 de julio, pero el tiempo perdido por la suspensión de actividades en los últimos dos meses sigue sin ser recuperado. La decisión del CCL podría prolongar aún más la afectación en el calendario escolar si no se logra un acuerdo con las autoridades federales y estatales.