La Riviera Maya definirá en este año su crecimiento urbano y económico para las próximas décadas. La actualización del Programa de Desarrollo Urbano (PDU) avanza a buen ritmo, y con ello, el sector inmobiliario vislumbra una nueva etapa de certidumbre y estabilidad, factores clave para sostener la expansión de una ciudad que, en menos de 20 años, ha cuadruplicado su población.
Wilber Gutiérrez Álvarez, presidente nacional de la Asociación Mexicana de la Industria Inmobiliaria (AMI) y miembro de la Comisión de Desarrollo Urbano de Coparmex, participó este fin de semana en una reunión con autoridades locales y empresarios, en la que se abordaron los ejes rectores que darán forma al nuevo ordenamiento territorial de Playa del Carmen.
“Hoy hemos estado revisando la importancia de contar con una regulación clara, con un marco jurídico ordenado en materia de reglamentos y ordenamiento territorial. Estos elementos inciden de manera positiva en las inversiones inmobiliarias de la región”, subrayó Gutiérrez Álvarez.
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A su juicio, la reciente inversión multimillonaria en seguridad pública, con la adquisición de patrullas y equipamiento, es un indicador de que el municipio camina hacia la consolidación de un entorno más seguro y confiable.
La clave, dijo, es el crecimiento ordenado.
“Hablar de ordenamiento significa tener áreas definidas: dónde estará la vivienda de interés social, la residencial, las zonas comerciales, las industriales; cuál será el nivel de alturas permitido, cuántas áreas verdes debemos dejar y dónde deben ubicarse. Estos criterios de planeación otorgan certidumbre a inversionistas y desarrolladores”, explicó.
Desde su llegada a Playa del Carmen hace dos décadas, Gutiérrez Álvarez ha sido testigo del vertiginoso crecimiento de la ciudad. De poco más de 100 mil habitantes en el año 2005, el municipio ha rebasado hoy los 400 mil residentes permanentes, cifra que se incrementa con una población flotante de aproximadamente 250 mil personas más cada semana.
“Estamos hablando de una ciudad de más de medio millón de personas. Hace tiempo dejamos de ser una ciudad pequeña. Somos una ciudad media con demandas complejas”, recalcó.
El nuevo PDU, que se prevé sea aprobado y validado socialmente hacia finales de este año, será la brújula para que las inversiones inmobiliarias prosperen de manera sostenible.
“La información es fundamental para tomar decisiones de cualquier tipo. Conocer los criterios de la ciudad nos permite decidir qué proyectos hacer, dónde ubicarlos y con qué características”, apuntó.
Para los desarrolladores, añadió, esto se traduce en mayor plusvalía y un retorno de inversión adecuado; para la ciudadanía, en mejores servicios públicos, espacios verdes y seguridad.