La temporada de incendios forestales en Quintana Roo ha mostrado un comportamiento favorable en comparación con años anteriores, gracias a factores climáticos y una estrategia de prevención bien articulada entre autoridades federales, estatales y municipales. Así lo dio a conocer José Javier May Chan, titular de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en el estado.
Hasta la fecha, se han contabilizado 19 incendios forestales que afectaron un estimado de 3,580 hectáreas, una cifra considerablemente menor en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando se reportaron 61 incendios y más de 91,000 hectáreas dañadas. De acuerdo con May Chan, la humedad acumulada en el subsuelo por las lluvias constantes desde inicios del año ha sido clave para evitar la propagación del fuego en zonas selváticas.
“Aunque la temporada no ha terminado, los resultados actuales son alentadores. La selva ha mantenido un nivel de humedad que impide que el fuego se extienda con rapidez, lo cual ha sido una ventaja para su control”, detalló el funcionario.
No obstante, advirtió que las zonas de sabana siguen siendo vulnerables, debido a su vegetación más seca y fácilmente inflamable, particularmente durante los picos de calor que aún se esperan en los próximos meses.
La estrategia de atención contempla la participación activa de 135 combatientes forestales distribuidos en 8 campamentos en distintos puntos del estado. A estos esfuerzos se suman 11 brigadas municipales con 110 elementos y cuatro brigadas rurales, que reciben apoyo de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA). Estas unidades no solo actúan ante emergencias, sino que también ejecutan labores preventivas como la creación de brechas cortafuego.
May Chan también reconoció la labor conjunta con dependencias federales como la SEDENA, SEMAR y CONAGUA, cuyos recursos aéreos han sido fundamentales para trasladar suministros y realizar descargas de agua en zonas de difícil acceso.
El funcionario señaló que los patrones de incendios ya no siguen una lógica predecible, debido a los efectos del cambio climático, lo que obliga a mantener una vigilancia constante, especialmente con la cercanía de la canícula en agosto, cuando se esperan altas temperaturas que podrían incrementar los riesgos.
Finalmente, May Chan exhortó a la ciudadanía a mantenerse alerta y a colaborar con las autoridades reportando cualquier conato de incendio. Subrayó que la prevención sigue siendo la medida más efectiva para proteger los recursos naturales del estado y evitar emergencias de gran magnitud.