Con una sonrisa amplia y rodeada de decenas de niñas y niños de escuelas primarias, la presidenta municipal Estefanía Mercado anunció uno de los proyectos culturales más ambiciosos en la historia reciente de Playa del Carmen: la transformación del actual Palacio Municipal en el nuevo Museo y Centro Cultural de la ciudad.
“Conversando con nuestras niñas y niños, descubrí algo hermoso: viene una generación de artistas. Por eso vamos a darles las herramientas para que desarrollen su talento. Este edificio será su espacio de inspiración, su casa del arte, su lugar para soñar”, declaró la alcaldesa en un evento que combinó la emoción de la infancia con el compromiso institucional.
La propuesta contempla clases gratuitas de pintura, ballet, música, piano y artes plásticas. El objetivo es claro: acercar la educación artística a todos los sectores de la población, sin distinción de origen social o económico, y consolidar un espacio inclusivo donde florezca la creatividad.
Más allá de la reconfiguración física del inmueble, la iniciativa busca también una transformación simbólica: de un espacio de trámite burocrático a un corazón palpitante de arte y cultura.
“Los artistas no buscan el conflicto, buscan el abrazo, la belleza y la palabra. El arte educa, abraza y salva. Y eso es lo que queremos para Playa del Carmen: una ciudad con alma, con corazón y con cultura”, afirmó Mercado, visiblemente emocionada.
La decisión de entregar el edificio que por décadas ha albergado el gobierno municipal a las niñas y los niños, representa un viraje en las prioridades del actual gobierno, poniendo al centro el desarrollo humano, la paz y la reconstrucción del tejido social desde la cultura.
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Este gesto, que podría parecer insólito en otros contextos políticos, se alinea con la visión de transformación profunda que ha planteado la presidenta desde su llegada al cargo: una ciudad que no crece solo en infraestructura, sino también en valores, en comunidad y en identidad.
“Cada pincelada, cada nota musical, cada paso de danza que nazca en este lugar, será también un acto de resistencia contra la violencia, el olvido y la marginación”, expresó una maestra de primaria presente en el evento.
Y es que en una ciudad donde el crecimiento acelerado ha venido acompañado de desafíos sociales complejos, este tipo de apuestas por la cultura como herramienta de paz resultan especialmente significativas.
Con este anuncio, Playa del Carmen no solo planea fortalecer su oferta educativa y artística, sino también posicionarse como un nuevo referente cultural en el Caribe Mexicano, una ciudad donde el arte no es un lujo, sino un derecho.
El Museo y Centro Cultural no tendrá únicamente una función formativa. También se contempla que albergue exposiciones temporales, actividades para adultos mayores, talleres intergeneracionales y eventos que fomenten el diálogo entre el pasado, el presente y el futuro de la región.
La promesa ha sido lanzada y el compromiso ratificado: Playa del Carmen tendrá su casa del arte. Una casa donde los sueños de niñas y niños tendrán techo, lienzo y escenario. Y donde el futuro de la ciudad se pintará con los colores de la imaginación y la esperanza.