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Visita las zonas arqueológicas

El presidente supervisa las obras que se realizan en Quintana Roo

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El mandatario acudió al Parque del Jaguar, en Tulum, el cual fue restaurado.Créditos: Especial

Andrés Manuel López Obrador, presidente del país, visitó Quintana Roo este fin de semana, para realizar una serie de supervisiones de obras y reconstrucción en zonas arqueológicas, así como para tocar temas concernientes al estado con la gobernadora de la entidad, Mara Lezama Espinosa.

La gira de trabajo del mandatario inició en Mérida, Yucatán, desde donde abordó una unidad del Tren Maya para trasladarse hacia el Caribe Mexicano, donde llevó a cabo un extenso recorrido.

“Vamos a supervisar infraestructura, temas de movilidad, visitar zonas arqueológicas y, por supuesto, abordar temas estratégicos y prioritarios para nuestro estado, como el decreto de la Zona Libre de Chetumal y de todo Othón P. Blanco”, explicó la gobernadora quintanarroense.

En cuanto a la Zona Libre en Chetumal, la mandataria, quien lo acompañó por su gira en el sureste, comentó que aún hacen falta abordar algunos temas con el presidente de la República sobre el reciente decreto, que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y que brindará incentivos fiscales a la zona sur de la entidad.

En su escala por Tulum, López Obrador supervisó los avances del Parque del Jaguar, así como el sitio arqueológico que le da nombre al municipio y donde se han restaurado muchos vestigios, como el templo de cresterías a la orilla del Mar Caribe.

Recientemente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó sobre el hallazgo de 83 albarradas en las cercanías del municipio de Chumpón, durante las inspecciones que se realizan por las obras del Tramo 6 del Tren Maya, que va de Tulum a Chetumal.

De acuerdo con los especialistas, las albarradas son muros de piedra caliza que, comúnmente, aparecen entre los vestigios prehispánicos. Dado que su construcción es simple y efectiva, aún son utilizadas en la arquitectura rural contemporánea.

Se cree que servían para delimitar zonas de cultivo o, incluso, espacios habitacionales, refirió el jefe de campo del Frente 1 del Tramo 6 del Tren Maya, Fabián Gutiérrez Gómez.

Estos últimos elementos datan del periodo Clásico Maya (300 a 600 d.C.) y tienen dimensiones variadas, pero su rareza radica en su diseño, el cual se distingue de otras por su localización, cercana a cuerpos de agua y su aspecto irregular en forma de “L” o silla, ya que normalmente son estructuras lineales.

“Estas características nos han permitido formular la hipótesis de que, en este caso específico, quizá eran utilizadas como un tipo de ‘Google Maps’ prehispánico, que permitía a los habitantes ubicarse en la región”, dijo el especialista.