Estos insectos, impulsados por la búsqueda de alimentos y agua, optan por asentarse en domicilios, árboles e infraestructura urbana ante la escasez de lluvia y floración en el campo de Quintana Roo. A pesar de la preocupación, no se han registrado ataques a personas.
Juan Méndez, comandante de la Delegación 36 de la CNE, señaló que las abejas, mayormente de especie europea, se han visto obligadas a buscar sustento en áreas pobladas como Pucté, Javier Rojo Gómez y Obregón Nuevo, debido a las adversas condiciones ambientales.
“En Pucté nos enfrentamos no sólo a un enjambre, sino a dos, ubicados en distintos árboles, lo cual nos llevó a actuar rápidamente en respuesta a los llamados de la comunidad”, comentó Méndez.
También explicó que los enjambres se desplazan siguiendo a la abeja reina. En su búsqueda de descanso, pueden posarse en sitios elevados como casas o postes de manera temporal, antes de continuar su trayecto en busca de un refugio permanente.
Sin embargo, advirtió que estos insectos pueden representar un riesgo, especialmente para niños y animales domésticos.
El riesgo se incrementa con las abejas africanizadas, conocidas por su agresividad ante provocaciones menores. Ante esta situación, la CNE insta a la población a reportar cualquier avistamiento de enjambres al número de emergencia.
La prevención y la rápida comunicación son clave para evitar incidentes y asegurar tanto la seguridad de la población como el bienestar de estas importantes polinizadoras.
“Es necesario actuar de inmediato, porque en temporadas anteriores sí tuvimos bajas de animales que fueron atacados”, finalizó.