El director de los Asociados Náuticos de Quintana Roo (ANQ), Ricardo Muleiro López, recordó que el 2023 fue uno de los años más complicados para el sector en cuanto a sus operaciones, ya que por cuestiones de mal tiempo como lluvias, fuertes vientos y gran oleaje los puestos fueron cerrados por más de 100 días afectando sus actividades.
Hasta febrero de este año, suman 27 días cerrados por mal tiempo en varios puntos de las costas.
Por su parte, Baltazar Gómez Catzin, presidente de la Confederación de Cooperativas Pesqueras del estado, comentó que durante las temporadas de mal clima este sector deja de capturar por día un promedio de 150 kilos de diversos tipos de escama (especies de pescados), lo que afecta la economía de quienes se dedican a esta profesión.
Puso como ejemplo el frente frío número 28 de enero pasado, que originó pérdidas estimadas en 4.2 millones de pesos concernientes a la captura diaria de 10 kilos de langosta en Isla Mujeres.
Pero también hay fenómenos como las suradas, el Niño y las ondas tropicales.
Guillermo Morales López, coordinador de Protección Civil en Puerto Morelos, indicó que a nivel general se han observado cambios considerables en la Península de Yucatán en los últimos años.
“Lo que hemos observado en el último año al término de la temporada de huracanes de 2023 es la influencia del fenómeno del Niño que, aunque no tuvimos grandes tormentas, sí se registraron fuertes suradas en gran parte de la Península. Posiblemente para los siguientes meses tengamos a la Niña y eso seguramente va a cambiar mucho el panorama”, indicó Morales López.
Agregó que “las afectaciones de un Norte en la parte occidental de la Península no son las mismas que los daños en el Caribe, pues las suradas para nosotros son más frontales y amenazantes”, refirió.
La surada es un viento proveniente del sur-sureste del país favorecido por sistemas anticiclónicos intensos que afectan a Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Veracruz.
En esta semana, el frente frío 39 provoca lluvias aisladas en la entidad, así como fuertes vientos y alto oleaje, por lo que en varios puntos del estado se cancelan los recorridos en embarcaciones, deportes acuáticos y, por tanto, disminuyen las ventas de comercios.
Las ondas tropicales y los frentes fríos chocan en la Península de Yucatán, lo cual provoca clima extremo.