Si tu piensas que Quintana Roo sólo son playas y destinos turísticos estás muy equivocado, pues en todos sus municipios se encuentran algunos otros espacios que son mundialmente conocidos y que esconden una gran cantidad de historia y misticismo en su interior y nos referimos a las Zonas Arqueológicas.
Y es que Quintana Roo tiene zonas arqueológicas cercanas a cenotes, en medio de la selva y también a la orilla de la playa, como si fueran espacios sacadas de películas de hollywoodiense debido a la gran belleza que esconden en sus paredes y las historias que cuentan de hace ya varios cientos de años.
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Es por ello que en El Heraldo de Quintana Roo te traemos una recomendación de las 5 zonas arqueológicas que debes visitar en estas vacaciones de diciembre si es que andarás por la entidad, pues conocerás sitios ocultos o que no tenías considerados para pasarla con los amigos o la familia, dependiendo de quien vaya contigo viajando.
Cobá
El universo Maya es un compendio de tesoros verdaderamente asombrosos y en la Península de Yucatán se hallan algunas de sus maravillas más asombrosas. Lugares como Chichen Itzá, Uxmal, Tulum... y, naturalmente, Cobá, la ciudad maya más grande del norte de la península, nos incitan a explorar el asombroso cosmos de los pobladores originales de estas tierras encantadoras, repletas de cenotes y mitos.
Ubicada al oeste de la región arqueológica de Tulum, en la densamente tropical selva del estado de Quintana Roo y rodeada por cinco lagos, Cobá fue una de las capitales mayas más relevantes durante la denominada época Clásica (entre los años 250 y 900 d.C.).
En la actualidad, más de mil años después, este único lugar arqueológico nos presenta elementos tan únicos como la pirámide de Nohoch Mul, la pirámide más elevada de la península de Yucatán y la segunda del Mundo Maya. O al igual que el Templo de los Frescos, que mantiene significativos vestigios de pintura mural. Por lo tanto, es un sitio que debes visitar en tus próximas vacaciones.
Tulum
Tulum, situada en la Península de Yucatán, perteneciente al Estado de Quintana Roo, ofrece una impresionante vista del Mar Caribe, siendo uno de los lugares más destacados para recorrer en la Riviera Maya.
Esta urbe obtuvo la denominación de "La Ciudad del Amanecer" al ser denominada "Zama", un término maya que alude al "Amanecer", y se destacó como una de las más grandes e impresionantes de la civilización Maya.
Con una infraestructura que maravilló al cronista español Juan Díaz en 1518, describiéndola como "Una ciudad tan grande como Sevilla", esta ciudad presenta hoy en día una serie de encantos, pero dos de los más destacados atraen a cualquier turista que la visite: Las ruinas y las costas de Tulum.
El Meco
El Meco es una tumba arqueológica de la civilización precolombina maya, situada en el sureste de México, en la región que actualmente pertenece al estado de Quintana Roo, aproximadamente ocho kilómetros al norte del núcleo urbano de Cancún.
El Meco se encuentra en la costa del mar Caribe en México, específicamente en el municipio de Isla Mujeres, en el kilómetro 2,7 de la ruta Puerto Juárez - Punta Sam. El nombre original en maya es desconocido. Probablemente, el nombre de El Meco fue establecido por el dueño de una antigua planta de coco que se encontraba en el lugar donde hoy se ubican las ruinas.
Dzibanché
Dzibanché es una amplia ubicación arqueológica y antigua ciudad maya situada al sur del estado de Quintana Roo en México. Se distingue como un enorme asentamiento de dimensiones impresionantes y el origen de la dinastía maya Kaan (Kaan'ul o serpiente), linaje que alcanzó el control absoluto de un extenso territorio de las zonas bajas mayas centrales durante gran parte del periodo Clásico mesoamericano.
Kohunlich
Kohunlich es una ciudad antigua y lugar de ceremonias maya, situada en el municipio de Othón P. Blanco en las selvas de Quintana Roo, México, enmarcada en la región maya de Río Bec.
Constituyó un extenso asentamiento prehispánico maya compuesto por varios grupos y complejos arquitectónicos de uso ceremonial y residencial, que incluyen numerosas plazas, templos y pirámides. Su construcción se origina en el 500 a. C. durante el periodo Preclásico y se prolongó hasta el Posclásico temprano en el 1100 d. C., a pesar de que su periodo álgido tuvo lugar durante el periodo Clásico.